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JULIÁN FUENTES RETA

Las cosas que sé que son verdad

30/11/2019 - 15/12/2019

Retrato complejo de los mecanismos de la familia -y del matrimonio- desde el punto de vista de cuatro hijos

Sala Verde. Duración: 2h. Itinerario: Asuntos familiares

Este espectáculo hace uso de luces estroboscópicas. 13 DIC: encuentro con el público tras la función.

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Ganadores de los premios Max a la Mejor Obra Teatral y a la Mejor Dirección en 2015 con el espectáculo Cuando deje de llover (que también se alzó con el Max a la Mejor Actriz Secundaria), el dramaturgo Andrew Bovell y el director Julián Fuentes Reta coinciden de nuevo en un proyecto teatral que sitúa los mecanismos familiares en el centro de su eje argumental. 

En una casa suburbana, con un pequeño jardín, una familia de clase media afronta el paso de un año decisivo. A través de la metáfora material del transcurso de las cuatro estaciones, que condensarán el crecimiento y cambio de cuatro hermanos y hermanas y sus vínculos con su padre y su madre, el público asistirá al desarrollo de un organismo que mutará, se agitará y morirá, para seguir, siempre, incontenible e imparable, respirando y transformándose.

Bovell firma un texto que parte de los esfuerzos de cuatro hijos por ser sí mismos, más allá de las expectativas proyectadas por sus progenitores, que han trabajado muy duro a lo largo de su vida con el fin de forjar un futuro lleno de posibilidades para su prole: las que ellos nunca tuvieron. La obra presenta un retrato complejo e intenso sobre las relaciones del núcleo familiar, destapando las fisuras que ponen en cuestión aquellos lazos que aparentaban ser firmes. Las cosas que sé que son verdad se sustenta en los principios de un teatro comprometido con el tiempo presente y que explora las emociones que nos conmueven. 

Con una gran contención, la pieza sigue explorando un tema constante en la imaginería de Bovell: la relaciones, las fisuras y los vínculos de las personas con la naturaleza. Con aquello que está más allá del conocimiento y del dominio humano. Aquello que, en suma, a pesar de nuestra ilusión del control, va trazando el transcurso de nuestra vida.

Julián Fuentes Reta (Zaragoza, 1968) asume el reto de dirigir, una vez más, un texto del australiano. Según el propio director expone: “La dramaturgia de Andrew es valiente, por no ceder nunca ante la belleza del amor ni ante la amargura de la destrucción. En este caso, el foco está en la familia. Y es que, ¿qué otra estructura humana se mantiene en el tiempo? Nada más que este grupo, ya sea consanguíneo o del tipo que sea”. Y concluye: “Las piezas de Andrew exploran minuciosamente el paso del tiempo y los cambios de los seres que se desarrollan en él; las nutridas elaboraciones que la lluvia, los abrazos o los cientos de puestas de sol y amaneceres dejan en la piel, en el gesto, en la experiencia. Nunca había encontrado una dramaturgia que expusiera la violenta irrealidad de nuestra vida cotidiana como la suya”.

Los intérpretes Pilar Gómez y Borja Maestre (protagonistas también de Cuando deje de llover) se ponen de nuevo bajo las órdenes de Fuentes Reta, en un reparto en el que destaca, también, la participación de Verónica Forqué y de Jorge Muriel, responsable de la traducción y adaptación del texto de Bovell, estrenado en 2016 en Australia y que este mes de noviembre llega al 37º Festival de Otoño de Madrid. Desde un prisma poliédrico y de múltiples capas, Muriel se une de nuevo a Fuentes Reta para atreverse a mirar a ese núcleo familiar, en un deseo profundo de entender la naturaleza del ser humano y su capacidad de compasión, transformación y supervivencia.

Programa de mano de Las cosas que sé que son verdad

Este espectáculo hace uso de luces estroboscópicas.

Encuentro con el público tras finalizar la representación el viernes 13 de diciembre.

Itinerario: Asuntos familiares

Estreno absoluto

País: España

Idioma: español

Género: teatro

Espectáculo perteneciente a la programación del 37 Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid.

 

Texto: Andrew Bovell

Dirección: Julián Fuentes Reta
Adaptación y traducción: Jorge Muriel
Intérpretes: Verónica Forqué, Julio Vélez, Pilar Gómez, Jorge Muriel, Borja Maestre y Candela Salguero
Escenografía: Julián Fuentes Reta y Coro Bonsón
Iluminación: Irene Cantero
Música: Ana Villa y Juanjo Valmorisco

Diseño y fotografías: Javier Naval
Vestuario: Carmen 17
Ayudante de dirección: Angelina Mrakic

Dirección de producción: Nadia Corral
Producción ejecutiva: Fabián Ojeda
Coproducción: Octubre Producciones y Teatros del Canal

Con la colaboración de: Flower Power Producciones

Las cosas que sé que son verdad fue producida por primera vez por The State Theatre Company en el sur de Australia y por Frantic Assembly en 2016

La presentación de Las cosas que sé que son verdad en Madrid cuenta con la colaboración de Teatros del Canal

Encuentro con el público tras finalizar la representación el viernes 13 de diciembre.

PROGRAMA DE MANO DE ‘LAS COSAS QUE SÉ QUE SON VERDAD’

DIRECCIÓN Julián Fuentes Reta
TEXTO Andrew Bovell

Sé que es verdad que esto no va a parecer un programa de mano, no parece el texto que uno suele encontrarse en un programa de mano. Pero lo es. Tampoco esta obra es una obra de teatro de texto, realista, que recoge los frutos tardíos de Chéjov y Arthur Miller. Pero lo es. No podríamos encuadrar el montaje bajo el paraguas de las artes vivas, pero le debe mucho a las artes vivas (y a los huevos revueltos, si se me permite una broma que se entenderá durante la función… o no).

Sé que es verdad que no encontrarás aquí, amable espectador o espectadora, una sinopsis de la obra. Esto no es una sinopsis, es una cebolla, por lo de las capas. También podría ser una rosa, por lo de los pétalos. Igual es mejor que sigas leyendo una vez acabe la función. Sé que esta obra es criatura rizomática, tuberculosa, fractal, infinita hasta que se toca el corazón. Como cualquier cebolla. Como cualquier rosa. Volveremos sobre ellas, sobre las rosas.

¿Existe la clase media? Marx la situó en un lugar residual, esa pequeña burguesía que mira hacia la clase obrera con recelo y hacia la clase alta con envidia disfrazada de admiración. En la clase media se tuerce el gesto ante el orgullo obrero. El neoliberalismo de finales del siglo XX y principios del XXI la ha elevado a los altares sociales -a la clase media-, hasta extender el bulo de que todo es clase media, y ha demonizado a la clase trabajadora. Como si las clases medias no estuviesen plagadas de trabajadorxs. Pero ahí se ha impulsado esa
cosa, el emprendimiento, la autonomía, trabaja para ti, olvídate del colectivo, desapúntate del sindicato, total, pa qué. Sindícate contigo. Explótate tú mismo.

¿Por qué hablo de Marx y de lucha de clases? Porque Andrew Bovell, el australiano autor de Cosas que sé que son verdad, no esconde su filiación marxista ni que el materialismo histórico forma parte de su caja de herramientas dramatúrgicas. Su campo de pruebas, tanto en esta obra como en la otra suya que pudimos ver hace unos años en Naves Matadero, Cuando deje de llover, es la familia.

La familia. El núcleo humano por excelencia, donde los azares del destino reúnen posibilidades de ser individuo que entran en conflicto con las posibilidades de ser en sociedad. Esta familia australiana de la obra, la formada por el padre, la madre y los cuatro hijos (dos chicas y dos chicos) es una y son muchas. Surge en las Antípodas, pero podría ser una familia del Sector III de Getafe.

Infraestructura. Estructura. Superestructura. Ello. Yo. Súper yo. Podríamos creer superadas las teorías marxistas y las interpretaciones freudianas. Pero lo que sucede a nivel social se reproduce a nivel individual y viceversa. En la familia de Bob (Julio Vélez) y Fran (Verónica Forqué) hay una infraestructura que quiere verse superada, manteniendo el ello (lo instintivo, lo que está más adherido al deseo real) de cada uno a raya. Pero el yo y la estructura están sometidos a un súper yo y a una superestructura para que nada cambie realmente, hasta que el ello toma posiciones y lo resquebraja todo. Lo individual incide en lo social y viceversa. Este párrafo es raro, lo sé. La cosa es que hay algo podrido en la eterna cadena vital, la distancia entre los padres y los hijos, pareciendo la normal, se revela abismal.

Esta obra tiene un poco de fábula ejemplarizante brechtiana, aunque no se distancia tanto emocionalmente como una Santa Juana de los Mataderos, por citar una del genio alemán que me viene al pelo. Tiene otro poco de auto sacramental, porque aunque los seis personajes de la función están perfilados, facetados y matizados, hay en ellos una aspiración alegórica, incluso podría decirse que varias alegorías conviven dentro de cada uno de ellos. Sea como sea, y como la define el director de la propuesta, Julián Fuentes Reta, es una
alegoría hiperrealista. Las alegorías ya no son aquellas piezas de caracteres inamovibles, símbolos rotundos que nos habían de enseñar las cuatro esquinas del vicio y la virtud. Las alegorías hoy han echado raíces rizomáticas y todo se ha vuelto mucho más complejo ahí abajo, en el sustrato de los significados.

El tiempo hace la historia. Pasan cuatro estaciones y, de repente, todo se ha dado la vuelta. Cambia, todo cambia, cantaba Mercedes Sosa. Pero en ese transcurrir de los meses, Andrew Bovell es capaz de disparar con una rabia
intacta, la rabia punk de un escritor marxista australiano de 60 años, la rabia punk de los que fueron jóvenes en los 70 del siglo XX, la rabia que hoy se ha descafeinado tanto que nos quieren hacer creer que aquel espíritu está en el trap. Esta rabia está preñada de ideas que nos incomodan. Incomodar por las ideas está al alcance de muy pocas gentes. El trap, como mucho, incomoda por su nihilismo. También está en esta obra el nihilismo, el nihilismo como resaca de la corrupción.

Todo esto que estáis leyendo aquí, impresiones personalísimas, es agua destilada. Capas que le voy quitando a la cebolla. Pétalos que caen de la rosa mientras voy deshojando los pensamientos que asaltan. Pero esto es una obra de teatro, en su planteamiento dramatúrgico un tanto clásica, con aparente unidad de acción, de tiempo y de espacio. Con picos de intensidad y con un final inesperado. “Don’t forget: we are entertainers”, le dijo Andrew a Julián. The show must go on. Así son los anglosajones. Te cascan las mayores problemáticas sociales en los mejores artefactos escénicos (cómo no mentar aquí a Ken Loach).

En este artefacto escénico, se abordan la cuestión del género y del poder intrafamiliar; la fina línea entre los padres desubicados y los padres fascistas (léase autoritarios en exceso); la violencia; la masculinidad y la feminidad; la educación (nos hemos matado a trabajar para daros estudios y así nos lo pagáis… ¿os suena a los de clase media baja?). No es siempre así -menos mal pero parece que los obreros de ayer tienen los nietos fascistas de mañana. Más temas que se deslizan de Cosas que sé que son verdad: ser padres hoy (temazo). El patriarcado bueno y el patriarcado malo, como el colesterol. Etcétera.

La opción formal, poética, tomada por Fuentes Reta y su equipo para contener todo este abrupto realismo (porque un montaje igualmente realista sería una invitación directa a cortarnos las venas), se ha centrado en la disposición espacial y los elementos vegetales. Se trabaja sobre un cuadrado -el público a cuatro bandas- como geometría rígida (algo también muy simbólico si pensamos en la familia tradicional) y todo sucede en ese jardín que consume las horas de Bob en estos años ya de su jubilación. Allí cuida sus rosales, con sus rosas y sus pinchos, afanado en mantener a toda costa un jardín del edén extremadamente cuidado y sin espacio para el caos de la vegetación dispersa. Un jardín uterino cuidado igual que los aristotélicos cuidan las historias “normales” frente al caos de la realidad. Otra sutileza del autor que el director ha creído conveniente subrayar.

Julián Fuentes Reta se puede erigir, sin lugar a la duda, como descubridor para el teatro español de Andrew Bovell. Solo él le ha montado en español y solo él lo ha hecho en Europa (con excepción de algún montaje aislado en Reino Unido). Parte del equipo que estuvo en la muy bien recordada Cuando deje de llover (tres Premios Max en 2015, entre ellos Mejor Espectáculo Teatral de la temporada), se reencuentra aquí. Y Bovell está escribiendo una obra sobre nuestra historia, la española, la del siglo XX, desde Australia, que será la tercera colaboración del tándem y que promete ser un tsunami.

Álvaro Vicente

 

FICHA ARTÍSTICA

ITINERARIO Asuntos familiares
ESTRENO ABSOLUTO
PAÍS España
IDIOMA español
GÉNERO teatro

DIRECCIÓN Julián Fuentes Reta
TEXTO Andrew Bovell
ADAPTACIÓN Jorge Muriel
INTÉRPRETES Verónica Forqué, Julio Vélez, Pilar Gómez, Jorge Muriel, Borja Maestre y Candela Salguero
ESCENOGRAFÍA Julián Fuentes Reta, Coro Bonsón
CONSTRUCCIÓN ESCENOGRAFÍA Mambo&Sfumato
ILUMINACIÓN Irene Cantero
ESPACIO SONORO Ana Villa y Juanjo Valmorisco
PRENSA Josi Cortés
DISEÑO Y CONFECCIÓN DE VESTUARIO Carmen 17
TINTE Y AMBIENTACIÓN María Calderón
SASTRERÍA/PELUQUERÍA Mónica Bilbao
DIRECTOR TÉCNICO Ciru Cerdeiriña
AYUDANTE DE DIRECCIÓN Angelina Mrakic
PRODUCCIÓN EJECUTIVA Fabián T. Ojeda Villafuerte
DIRECCIÓN DE PRODUCCIÓN Nadia Corral
COPRODUCCIÓN Teatros del Canal y Octubre Producciones
CON LA COLABORACIÓN DE Flower Power Producciones
DISTRIBUCIÓN franaviladistribucion@gmail.com
DURACIÓN 2 horas (sin intermedio)
Programación conjunta con el Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid
14 y 15 de diciembre: funciones accesibles con programa en Braille

Información práctica

  • Fechas y Horarios

    30/11/2019 – 15/12/2019. 

    Sala Verde. Duración: 2h. 

    Funciones accesibles: 14 y 15 de diciembre

    Este espectáculo hace uso de luces estroboscópicas

    De martes a sábados

    20.00 h

    Domingos

    18.30 h

     

    El precio de las entradas es el mismo tanto en taquilla como en la web de Teatros del Canal.

     

  • Precios y Descuentos

    +

    Precios abonos (ver condiciones):

    Abono 10 espectáculos

    130€

    Abono 20 espectáculos

    200€

     

    Precios: 

    Butaca de platea

    17 €

    1ª balconada centro

    17 €

    1ª balconada lateral y

     2ª balconada

    14 €

     

    Precios especiales (varía por zonas):

    Mayores de 65 y desempleados

    15€/ 13€

    Carné Joven y menores

    de 30 años

    10€/ 9€

    Profesionales de las artes escénicas y Asociaciones*

    10€/ 9€

    Grupos**

    12€/

    10€

    Acompañante de persona con discapacidad*: consultar condiciones en taquilla o llamando al teléfono: 91 308 99 99

     

    *Venta solo en taquilla. Imprescindible presentar la acreditación correspondiente en taquillas y al acceder a la sala. Solo una entrada por carné. Consultar condiciones en taquilla o llamando al teléfono: 91 308 99 99

    **Reserva de grupos llamando al teléfono 91 308 99 99/59 o en el e-mail grupos@teatroscanal.com. Mínimo 20 personas. Cupos limitados.

     

    • El precio de las entradas es el mismo tanto en taquilla como en la web de Teatros del Canal.
    • IVA y gastos de distribución/ticketing incluidos en el precio.