JEFTA VAN DINTHER / CULLBERG BALLET

Después de la exitosa gira de su primera obra, Efecto meseta (2013), Jefta van Dinther, uno de los coreógrafos suecos con mayor proyección internacional, regresa con una gran producción escénica de 14 bailarines para el Cullberg Ballet.

Por medio de canciones de revolución y danzas de evolución, Protagonist cuenta cómo las personas se agrupan y terminan asumiendo el papel que se les asigna. El instinto, la capacidad de resistencia y la compulsión serán fundamentales para librar la batalla individual por escapar de ciertos roles. Mientras, la comunidad va cobrando forma a medida que sus miembros encuentran una creencia común que los una.

En resumen: una parábola sobre el cuidado, la amistad y los lazos de unión, pero también sobre el aislamiento, el control y el distanciamiento.

14 de febrero: encuentro con el público tras finalizar la función, con Gabriel Smeets (director de la compañía), Darío Barreto (bailarín) y Natalia Álvarez Simó (directora de los Teatros del Canal). El encuentro estará moderado por Omar Khan.

Estreno en la Comunidad de Madrid.

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«Jefta van Dinther puede convertir el espacio, el sonido, la luz y el cuerpo en drogas performativas. La droga preferida de Van Dinther es una composición de estructuras experienciales que no sólo es espectacular, sino que también cautiva e incluso se adueña de los sentidos de los espectadores». Helmut Ploebst

Jefta van Dinther (Utrecht, 1980) es un coreógrafo y bailarín criado en Suecia y formado en Holanda. Desde 2018 trabaja entre Estocolmo y Berlín. Su trabajo se caracteriza por un enfoque físico enérgico que conlleva una investigación del movimiento en sí mismo. En sus espectáculos, el cuerpo en movimiento, centro de su obra, interactúa con la luz, el sonido y los diferentes materiales hasta acabar unidos en un todo.

Alguna de sus obras más importantes son Plateau Effect (2013) y Protagonist (2016), ambas producidas por el Cullbergbaletten; As It Empties Out (2014), This is Concrete (2012), Grind (2011), The Blanket Dance (2011), así como las más reciente Dark Field Analysis (2017).

Ha recibido varios premios y becas, entre ellas la prestigiosa Birgit Cullberg del Comité Sueco de Apoyo al Arte.

En su última etapa, Cullberg Ballet, la Compañía Nacional de Danza de Suecia, ha dado un cambio radical a la hora de enfocar su visión de la danza: ha pasado de un ballet clásico a producir a piezas contemporáneas de jóvenes artistas.

Jefta van Dinther entrevista a Jefta van Dinther

Protagonist parece ser una historia sobre un individuo y una comunidad. O tal vez sobre una comunidad como individuo. ¿Es cierto que Protagonist es una autobiografía?

Sí, es cierto. Ése fue uno de mis puntos de partida. Protagonist es una historia muy personal. Una historia que se sumerge en mi propia biografía, al menos hasta donde llega mi memoria; y también en el proceso de cambio que he vivido durante los dos últimos años. Antes de Protagonist, me preguntaba si alguna vez podría hacer arte de nuevo y si volvería a sentirme conectado a este mundo. Durante el proceso de creación, a menudo me preguntaba si lo que estábamos haciendo tendría algún sentido para otros. Ahora puedo ver que, si bien Protagonist parte de una historia íntima, también es muchas otras cosas. Es un llamamiento al cambio, una maniobra contra la inmovilidad.

¿Estoy hablando de un levantamiento social en Protagonist?

Creo que los levantamientos comienzan dentro de cada individuo. En la forma en que nos relacionamos con nuestro entorno, con nuestros amigos, con la familia, en nuestra propia casa. Pero, antes que nada, importa la manera en que nos relacionamos con nosotros mismos. Encontrar nuestro lugar en la sociedad consiste básicamente en conseguir ser la persona que queremos ser. Protagonist es un viaje: nos invita a luchar y a esforzarnos, a soñar y a tener esperanza, a dejarnos atrapar por nuestras propias historias y a preocuparnos lo suficiente por lo que aún está por venir. Pero en algún lugar a lo largo del viaje, las personas que están en escena escogen otro camino: en un sentido evolutivo, retroceden para reconectarse con lo que les rodea. Como si decidieran de una manera consciente estar presentes.

¿Estoy sugiriendo tal vez que deberíamos volvernos más animales?

En primer lugar, somos animales. Y, en segundo, la naturaleza sin cultura ya no existe. Pero los animales que viven en un hábitat natural y saludable no se desvinculan de su entorno: el sol, los insectos que anidan en su pelaje, el ruido, el viento, su hambre… todas sus percepciones y sensaciones conforman su existencia, no seleccionan. Al menos así es cómo lo percibimos los humanos.

Entonces…

No podemos volver a esta idea de naturaleza, no en un sentido puro del término. Pero ¿qué pasaría si lo intentásemos? Estar en nuestro mundo como humanos es ya bastante raro y, en realidad, también muy difícil, incluso tal vez imposible. Apenas prestamos atención y tiempo a hacer algo juntos en el momento presente de tal modo que se focalice en el momento presente. Desacelerar e interactuar con lo que nos rodea para tomarnos y habitar nuestro tiempo se ha convertido en una anomalía, en una perversión y, por lo tanto, en una amenaza potencial. La regresión también puede entenderse como una especie de desobediencia civil, una forma de resistencia.

Juntarse para hacer algo juntos que guarde relación por el presente … eso me hace pensar en la religión, en prácticas religiosas, en ceremonias, en los rituales …

He estado pensando mucho en eso. Como sabes, tengo una formación religiosa, con padres misioneros que han viajado por todo el mundo, convirtiendo a todo tipo de personas y trabajando en el nombre de Dios. Mi infancia está llena de experiencias con personas que se agrupaban y deseaban creer para dar sentido a sus vidas y sentir algo más allá de este mundo material. Jamás llegué a conectar con ellos ni tampoco formé parte de nada de eso. Dios nunca me habló y desconfiaba de las expresiones que adoptaron sus prácticas. Ahora me pregunto si ésa es la causa por la que me hice coreógrafo. Para mí la coreografía es una forma de encontrarme con personas, de creer en algo, incluso algo más allá del mundo material. Ahora me doy cuenta de que muchas de mis actuaciones pueden considerarse como una especie de rituales nuevos, como otras formas de congregarse.

La voz en Protagonist es una voz cargada. Sobre eso, parece, necesita hablar y hablar.

La voz siempre ha estado presente en mi trabajo, y sigue siendo un fenómeno continuamente desconcertante para mí, pero hasta ahora siempre ha sido tabú, por así decirlo. Silenciada, incorpórea, distorsionada o hablando galimatías: la voz nunca ha logrado avanzar en todo su potencial. En Protagonist finalmente la voz se expresa. Para mí, la voz es la protagonista en Protagonist, la que sostiene y hacer fluir la pieza. Aquí están mis palabras, y mi opinión actual sobre la humanidad viene filtrada por medio de las preguntas personales que me hago ahora mismo. Pero también es la voz de todos y cada uno de los bailarines al tiempo alternativamente, por así decirlo, habitan esta voz. Y en un nivel aún más abstracto, el cuerpo de cada bailarín también formula su propia voz filtrada por medio del viaje coreográfico que hemos hecho juntos.

¿Cómo integras voces tan diferentes en la obra? ¿Las del equipo artístico, las de los bailarines…?

Estoy seguro de que no soy el único que me hago este tipo de preguntas, que cada una de las personas involucradas en este Proyecto también ha sufrido alguna vez una crisis, un cambio importante… Como coreógrafo, necesito darles espacio y confiar en que mis colaboradores puedan llevarlo a cabo de una manera que sea significativa para ellos, en su medio. Al final, la vida de esta obra depende sobre todo de los bailarines, por lo que es sumamente importante que encontremos una forma de aliarnos, de construir con ellos un espacio común de convivencia. Ellos intervienen en tiempo real, se exponen por completo durante toda la pieza, por lo que la honestidad, a falta de una palabra mejor, de su compromiso resulta crucial. Pero no están solos, ni los abandonamos a su suerte bajo los focos. Aquí hay mucha estructura, muchas horas de ensayos, hay cuidados y apoyo. Yo diría que Protagonist es privada y absolutamente ficticia, es honesta y artificial al mismo tiempo.

©2016, Jefta van Dinther

Traducción Ángela Segovia y Carlos Rod

Suecia

Espectáculo en inglés con subtítulos en español

Coreografía, dirección y texto: Jefta van Dinther
Coreografía creada conjuntamente con 14 bailarines del Cullbergbaletten
Música y sonido: David Kiers
Cantante: ELIAS
Director artístico de la compañía: Gabriel Smeets
Producción: Cullberg Ballet
Con la colaboración del Teatro Central de Sevilla y el Mercat de les Flors

Estreno en la Comunidad de Madrid

Venta solo de abonos a partir del 17 de julio (preferencia en compra de entradas).
Venta de localidades individuales y ABONOS a partir del 24 de julio.

• Venta anticipada hasta 15 días antes del estreno.
• Abonos de 10 y 20 espectáculos

IVA y gastos de distribución/ticketing incluidos en el precio.
Las compras con tarjetas del Grupo Ibercaja están exentas de gastos de distribución/ticketing.

El precio de las entradas es el mismo tanto en taquilla como en la web de Teatros del Canal.

Información útil

• Las entradas para personas en silla de ruedas solo se podrán adquirir en taquilla, puede reservar y consultar precios de las localidades llamando al 913089999 y solicitando hablar con taquilla.

• Para la comodidad de todos los asistentes recordamos que, independientemente de la edad, será imprescindible adquirir una entrada para el acceso a las salas y la ocupación de las mismas.

• Acceso a sala para compras por internet: Pueden traer las localidades impresas o si lo prefieren, también pueden descargar el archivo en su dispositivo móvil para mostrarlo al acceder al teatro.

ME GUSTA

Me gusta. Es una tecla insignificante, una simple opción de Facebook, una manita pulgar en alto que ha pasado a tener un significado desproporcionado en muchas vidas. Exultante, si ha sido presionada miles de veces para dejar constancia de que el nuevo bañador nos hace más sexys. Frustrante, si a nadie le ha interesado la foto del brillante cruasán planchado que desayunamos esta mañana. Queremos ser el centro, el astro más brillante de nuestro mínimo universo. Necesitamos tener la certeza de la relevancia de todo lo que hacemos, comemos, compramos, vestimos, amamos, deseamos y odiamos. Queremos ser famosos. Influyentes. Determinantes. Oídos, aceptados, comprendidos. Queremos ser protagonistas. Jefta van Dinther (Utrecht, 1980), joven coreógrafo sueco-holandés que vive a caballo entre Berlín y Estocolmo, ha querido
reflexionar, desde la vivencia propia, sobre nuestra necesidad de protagonismo en estos tiempos de la comunicación inmediata. Contradictoriamente, no hay protagonista en su creación Protagonist.  Los quince bailarines del Cullbergbaletten, de Suecia, luchan y se afanan por destacar cada vez que pisan esa alfombra, por supuesto roja, que domina la escena como vestida para una gala. El selfie, la risa falsa, la hipocresía, la ropa calculadamente casual, el impulso por destacar, la gente a mi alrededor y nunca yo alrededor de los demás. Los intérpretes viven en su burbuja de vanidad, en aparente felicidad.

Hasta cierto punto de la representación casi podría parecer una apología, una feliz e inocente exposición de nuestras banalidades cotidianas. Pero en algún momento y sin aviso ni fanfarria, van Dinther da un giro radical. Los bailarines, sin más recursos que sus propios cuerpos, se acercan a un estado primitivo que los pone en proximidad con los monos. Y entonces empiezan a bailar. Surge así una danza colectiva, ciertamente instintiva y cuasi tribal, de enorme belleza y extraña
armonía. Este segundo bloque no se entiende sin el primero. El creador parece proponer una solución radical ubicándose -y ubicándonos-, en un lugar donde no haya artificios que clasifiquen a las personas, donde la comunicación sea lineal, directa y nítida, donde cada cual responda a sus necesidades más primarias. En esta manada de bailarines ninguno es protagonista. Tampoco lo pretenden. El pasado ya no existe y el futuro carece de relevancia. Lo que importa es el ahora. Y
lo bailan intensamente.

A Jefta van Dinther lo conocimos en Madrid cuando no era el protagonista de nada. Con Mette Ingvartsen, ascendente coreógrafa danesa, trajo al extinto Festival In-Presentable, en 2009, It’s in the Air, un hipnótico dueto que los mantenía literalmente volando durante toda la representación, gracias a una cama elástica. Desde entonces y hasta ahora le pasaron muchas cosas. Creó su propia compañía, estrenó creaciones de renombre como su aplaudida GRIND (2011), y aún girando, le llamó el Cullbergbaletten para hacerle el encargo de una primera creación, Plateau Effect (2013), que tuvo un éxito descomunal. Además, fue premiado con el Birgit Cullberg Grant por toda su carrera, todo un reconocimiento artístico en Suecia.

Protagonist dejó atónitos a los espectadores que acudieron a su estreno mundial en el marco del Festival Julidans, de Ámsterdam, en verano de 2016. En Estocolmo, fue la obra escogida para celebrar los 50 años de la fundación del Cullbergbaletten y apareció programada con la reposición del clásico de esta casa, Eurydice is Dead, obra incendiaria creada por su fundadora Birgit Cullberg el mismo año 1968 en el que los estudiantes de París hicieron estallar la ciudad aquel mítico mes de mayo. Aunque muy personal, Protagonist es consecuente con la línea e ideas de una compañía como el Cullberg, que ha vivido distintas etapas, ha tenido diversas estéticas y muy diferentes directores artísticos destacando el fructífero período de Mats Ek, hijo de Birgit Cullberg, Johan Inger o actualmente, el holandés Gabriel Smeets, que ha dado impulso a van Dinther. Son etapas muy distintas de una misma compañía, pero si algo caracteriza a esta legendaria agrupación es
que nunca, en ningún momento, ha dejado de estar comprometida con su tiempo y en sintonía con el momento que vive la sociedad. En Eurydice… se hacía eco de la fuerza del colectivo en tiempos socialmente complicados. En Protagonist, nos mira como seres individualistas ávidos de éxito y vanagloria, de adulación y adoración.

Si al finalizar la representación de esta noche queda satisfecho, le rogamos que se haga un selfie a las puertas del teatro, envíelo a sus redes sociales y mañana cuente cuántos Me gusta le han otorgado.

Omar Khan