Plataforma Canal
PLATAFORMA CANAL 2020 es un espacio de promoción y difusión de las compañías y artistas que desarrollan su trabajo en los Teatros del Canal y el Centro Danza Canal. Una cita ineludible para profesionales nacionales e internacionales donde se mostrarán los nuevos trabajos y proyectos de artistas consolidados y emergentes del teatro, la danza, los nuevos lenguajes y las artes del movimiento.
Participantes: Angélica Liddell, Amalia Fernández y Juan Domínguez, Xavi Bobés, Los números imaginarios, Kor’sia, Jesús Rubio Gamo, Jorge Dutor, Guillen Mont de Palol y Cris Blanco, Janet Novás, Colectivo Armadillo, Israel Galván, La tristura, Los bárbaros, Poliana Lima, La Ribot, Tiago Rodrigues y Mathilde Monnier y Marina Heredia.
ANGÉLICA LIDDELL / ATRA BILIS. Una costilla sobre la mesa: Madre
Fecha: 21 de mayo, a las 20h. Duración 1h 20min. Sala Verde
Vengo de quemar a mis padres, con tres meses de diferencia entre un cuerpo y otro cuerpo. Ya nunca más podré volver de otro sitio. No quiero recordarlos vivos. Quiero que me acompañen sus cuerpos sin vida, sus rostros marmorizados como máscaras del Sinsentido y de la Sinrazón, su descanso al fin, ese misterio glaciar, y el dolor inmenso que sentí al tocar la carne ya fría. Quiero guardar la imagen de sus cadáveres como un medallón de oro en mi memoria para que me haga llorar siempre, y así tener siempre dentro de mí la imagen que falta, lo irrepresentable de la imagen que siempre nos faltará.
Cada día me esfuerzo por olvidar sus vidas, que son la mía, no quiero tener otro recuerdo que sus muertes, sus muertes, que me devolvieron el gigante del perdón y la piedad.
A mi derecha mi padre muerto, a mi izquierda mi madre muerta. El amor en lo alto, esférico y dorado. Te amo, padre. Madre, te amo.
A mi madre le entrego como última ceremonia la obra que a ella le hubiera gustado ver, un viaje mítico a la tierra de sus ancestros. Para mi padre la mejor ofrenda reside en lo ininteligible, es decir, aquello que nos hace santos.
AMALIA FERNÁNDEZ / JUAN DOMÍNGUEZ. Entre tú y yo
Fechas: 22, 23 y 24 de mayo a las 18.00h. Duración: por determinar. Sala Negra
Hace doce años que Amalia Fernández (Granada, 1970) y Juan Domínguez (Valladolid, 1964), dos autoridades en el territorio de la danza experimental, unieron sus sensibilidades en Shichimi Togarashi (2006). Fue un primer encuentro y les supuso entender cómo se hace algo entre dos, una idea que fue la base de la creación. Definían su encuentro como una investigación acerca de «cuánto hay de propuesta y cuánto hay de receptividad. Cuánto hay de entender que es lo que el otro está diciendo cuando dice eso que dice… Cuánto hay de convencer y cuánto de dejarse convencer… Cuánto hay de esperar los tiempos en los que las otras cosas que no son tú, van a manifestarse… Cuánto hay de aprender a trabajar positivamente con el desacuerdo». Entre tú y yo es una revisión de aquella pieza pero también una reflexión sobre lo que les ha ocurrido en estos doce años en lo personal y en lo profesional.
En este tiempo ambos han permanecido en la investigación y en el mundo de la performance. También han colaborado con otros artistas. Domínguez con personalidades como Los Torreznos o La Ribot, y Fernández con creadores como Nilo Gallego o Sònia Gómez. Pero la singularidad es una característica propia de sus inquietudes y una revisión solo podría darse entre ellos dos. Esta idea ha guiado el nombre de la propuesta: Entre tú y yo, porque tanto Shichimi Toragashi como este nuevo encuentro solamente son posibles si se da entre él, ella y las circunstancias de ambos. Como contraste, ambos creadores estarán retomando, doce años después, Shichimi… que se presentará en el Museo Reina Sofía.
Juan Domínguez es una personalidad emblemática de la performance nacional, aún cuando al igual que tantos otros de su estirpe, ha tenido que desarrollar su carrera fuera de España, por lo que su obra ha terminado teniendo mayor repercusión en Berlín. Amalia Fernández, miembro fundadora de El bailadero / Mónica Valenciano, ha delineado una trayectoria en la que destacan obras vistas en Teatros del Canal como El resistente y delicado hilo musical, Expografía o En construcción 2.
MARINA HEREDIA. Lorca y la pasión. Un mar de sueños
Fecha: 20 y 21 de mayo, a las 20.30h. Sala Roja.
La visión de Federico sobre la mujer es compleja y profunda, siempre rodeado de ellas familiar y socialmente. Mujeres inteligentes, sabias, madres, rurales, independientes o reprimidas, siempre han acompañado su universo literario. Su visión del mundo está ligado a la forma de ser femenina. Este ha sido el motor y la elección de las cuatro escenas que presenta este espectáculo.
Cuatro mujeres que parecen tan distintas y que sin embargo son las caras de una misma moneda. Todas ellas ejecutoras de su propia historia, imprescindibles.
La obra de Federico no podría concebirse sin esta visión femenina del mundo, como sería imposible desligar al poeta del dramaturgo.
Cada palabra ha sido elegida poética y musicalmente.
Cada frase tiene una composición sacada del pentagrama de su imaginación creativa. Incluso podría decir también que cada escena está pensada, descrita como una foto o quizás más bien como un fotograma donde todo tiene una unidad descriptiva absolutamente cinematográfica. Por eso sigue siendo tan moderno.
Esta visión de la obra de arte como un todo completo y variado ha sido otro punto que queríamos reunir en este trabajo: el cante, la música, la danza y la interpretación.
Todo al servicio del mensaje y de la belleza lorquiana.
Artistas como Marina Heredia, Eva “la Yerbabuena”, Jose Quevedo “El Bola”, José Sánchez Montes y una servidora, hemos aunado fuerza creativa y entusiasmo para darle forma a este proyecto.
Toda obra de arte quiere conmover y activar al público, y eso es lo que gozosamente hemos conseguido.
Si Federico viviera estaría orgulloso de Un mar de sueños y hemos comprobado gratamente que el espíritu de Lorca está con nosotros. Así ha sido recibido por el público y la crítica que han reconocido y aplaudido esta particular revisión de Federico y sus mujeres.
XAVI BOBÉS. Corpus (provisional)
Fechas: del 22 al 30 de mayo (excepto 25 de mayo), a las 17.30h y 20.00h (2 pases por día). Duración 1h. CCC, Estudio 6
La relación con los objetos ha marcado la trayectoria del actor y manipulador catalán Xavier Bobés, cuyo trabajo alcanzó una gran dimensión tras el estreno en 2015 de Cosas que se olvidan fácilmente, un espectáculo de pequeñísimo formato (para 5 espectadores) sobre la memoria de los objetos cotidianos, que ha tenido un gran recorrido y que mereció varios premios y reconocimientos a nivel nacional e internacional. Con Corpus, Bobés inicia un nuevo recorrido, una exploración diferente que dará como resultado una pieza más abstracta donde básicamente el intérprete dialoga con una escultura, acompañado de música clásica interpretada en directo.
«Quiero trabajar la manipulación y el vínculo que se establece con un objeto que está pensado para exponerse –explica Bobés–, una escultura inacabada en la que pueda verse la metamorfosis, en el sentido de que es una pieza que se esculpe lo mismo que se destruye, se transforma. Es la relación entre un cuerpo humano y un cuerpo vegetal, ya que la materia es la madera y en su descomposición podemos llegar hasta el árbol. El cuerpo es mi casa y esta casa que soy se transforma, se deteriora, se recompone. A veces es infranqueable, a veces es permeable a las dudas, al tiempo, a los elementos. Otros cuerpos que son otras casas vienen a visitar la mía».
La pieza tendrá lugar en una sala pequeña para no más de 25 personas, porque busca una íntima proximidad con el público, en una disposición frontal pero cercana, envolvente. Se trata de explorar «la cosificación del vínculo que toda persona tiene con su ‘cuerpo objeto’, desvelando su sentido poético y estudiando sus posibilidades de interpretación, transformación y representación plástica y de movimiento». Más que un espectáculo, es un paisaje de silencio y quietud en busca de la elocuencia de los cuerpos, los cuerpos animales y los cuerpos vegetales.
[LOS NÚMEROS IMAGINARIOS] / BELLA BATALLA. Lear (Desaparecer)
Fecha: 23 y 24 de mayo, a las 11h. Duración 3h. CCC, Estudio 1
Carlos Tuñón y su compañía [los números imaginarios] se están revelando como uno de los colectivos de investigación y experimentación teatral más interesantes de los últimos años en España. Ya con su primer proyecto, La cena del rey Baltasar, recorrieron numerosos festivales con una versión del auto sacramental de Calderón en el que parte del público se sentaba a una mesa para doce comensales junto a los actores. Después vinieron Hamlet entre todos o La última noche de Don Juan, con un papel siempre muy activo del público, que es deliberadamente parte fundamental para la creación in situ de las piezas.
El otro pilar básico del trabajo de [los números imaginarios] tiene que ver con la actualización de los grandes textos del repertorio universal. En esta ocasión vuelven a mirar a Shakespeare para trabajar a partir de El rey Lear, junto a Bella Batalla y con la participación dramatúrgica de Gon Ramos. La propuesta de Tuñón y los suyos explora la memoria y la mente a partir de las relaciones intergeneracionales de hijos, padres, abuelos, que quieren ser trasunto de todos los padres y todos los hijos. Utilizaremos el “diálogo teatral” como medio y pretexto para reflexionar juntos sobre los puentes que trazamos para llegar al “otro”.
La compañía al completo trabajará sobre la memoria y la mente, donde Lear nos ofrece un marco de un valor incalculable. Está previsto que participen algunos enfermos de Alzheimer que habrán pasado por los talleres previos que el equipo creativo realizó entre octubre de 2018 y febrero de 2019 en el Centro Danza Canal.
Todo este proceso creativo y esta enriquecedora experiencia han dado lugar a una pieza de teatro experiencial de 3 horas de duración en la que un elenco de 10 actores, junto al público que quiera participar en las dinámicas en directo, construirán una memoria colectiva sonora.
La escena se vuelve envolvente, sugerente… se transforma en toda una experiencia en la que el espectador deja de ser un objeto pasivo para formar parte íntegra de la historia.
Fechas: 24, 26 y 27 de mayo, a las 19h, 20h y 21h, respectivamente.
Duración 1h 30min. Sala Verde.
¿Qué nos puede aportar una willy en el siglo XXI? ¿Tiene la campesina Giselle algo que decir a la mujer de nuestros días? Mattia Russo y Antonio de Rosa, directores de Kor’sia, creen que sí a pesar de que el Romanticismo y sus trágicas heroínas no tengan conexiones aparentes con el #metoo ni los enérgicos movimientos feministas de hoy. «Haciendo abstracción del imaginario romántico, Giselle es un mito de metamorfosis, o lo que es lo mismo, de confusión entre clases sociales, géneros, animales humanos y no humanos, vivos y muertos… Es por ello que este ballet nos permite hablar de la subjetividad nómada», reflexionan sus autores.
Escuchado esto, una versión de Giselle empieza a encajar mejor en el imaginario de esta joven compañía madrileña que en su corta pero destacada trayectoria ha creado obras preocupadas por el hombre social y sus circunstancias en estos tiempos. Quitando bucolicismo e ideal de febril belleza, elementos esenciales del ballet romántico, en la joven Giselle se comprime la tragedia. Pobre frente a la riqueza material de un príncipe, enamorada y desengañada, triste y finalmente loca, la muerte no es más que el principio de un sufrimiento aún mayor como espectral willy, estigmatizada más allá de la vida por haber sufrido un desengaño amoroso.
«Giselle», dicen los autores, «nos sugiere un universo donde la feminización puede ser entendida como una manifestación de valores blandos –flexibilidad, emotividad y cuidado– pero frente a un imaginario saturado de masculinidad estos mismos pueden ser los nuevos valores a reivindicar en el siglo XXI».
En Jeux/Nijinsky, la pieza que los dos creadores italianos, exbailarines de la Compañía Nacional de Danza, estrenaron la temporada pasada en esta misma casa con el Ballet Ullate, iniciaron una exploración alrededor del academicismo abordándolo desde una perspectiva actual y personal. Este acento sobre los clásicos, colocado siempre donde ellos quieren, sumado a la cuidada estética visual, es el hilo que conecta sus creaciones, desde Human hasta Cul de sac o The Lamb.
Fecha: 27 de mayo, a las 19.30. Duración: 50min. Sala Roja
Su rítmica hipnótica y repetitiva, con ese crescendo que termina en explosión, ha seducido a coreógrafos a lo largo de todo el siglo XX. Estrenada en 1928, Bolero, de Ravel, partitura pegadiza y subyugante, ha puesto a bailar a mucha gente. Quizá la versión más emblemática, por espectacular, sensual, sugerente y famosa, siga siendo la que montó Maurice Béjart en 1961 pero ello no resta valor a las nuevas y diferentes versiones que se han ido sucediendo desde entonces.
Pequeño y cotidiano, de aires casi urbanos, era el dueto Bolero que Jesús Rubio Gamo (Madrid, 1982) montó en 2016 con un elenco compuesto por los bailarines Alberto Alonso y Clara Pampyn. Ponía a la pareja a cabalgar sobre la partitura en un ritual minimalista, fascinante y extenuante a partes iguales, cuya carga emocional venía de la obstinación y la repetición. Tuvo éxito. La pieza fue escogida por la red Acieloabierto, que la puso a girar por numerosos festivales de danza en espacios urbanos de nuestro país y también fue seleccionada para el programa europeo Aerowaves, Dance Across Europe 2017.
Pero su ciclo no había terminado y ahora Gran bolero supone la magnificación y ampliación de la misma idea para una docena de bailarines, seis de Madrid y seis de Barcelona, en lo que parece un gesto de poética geopolítica en los tiempos que vive España. La pieza de Rubio Gamo supone una alianza de producción inédita entre Teatros del Canal y el Mercat de les Flors, las casas de danza de Madrid y Barcelona.
Rubio Gamo, que estudió ballet y fue seducido por la danza contemporánea en el célebre centro The Place londinense, ha ido encontrando su camino después de un período inicial más experimental, con este Boleroy con obras como su elegante solo Ahora que no somos demasiado viejos todavía (2016) o su exploración, también comprometida con la obstinación minimalista, Danzas del Sur de Europa (Tanzen Sie mit uns!), un trío femenino de enorme energía. Gran bolero supone su primera incursión en una pieza de un formato mayor, con sus doce bailarines en escena.
*Aviso: este espectáculo contiene desnudos integrales.
JORGE DUTOR, GUILLEM MONT DE PALOL Y CRIS BLANCO. Lo mínimo
Fecha: 27 de mayo, a las 18.00h. Duración 1h. Sala Negra
Los más pequeños, desde el estreno de la pieza lo pequeño, han delirado con el humor absurdo, a veces inconexo, de esta propuesta adulta en la que ellos son bienvenidos, aunque los artistas advierten que han querido invertir y cuestionar el género de danza para público infantil.
No es fácil la convivencia entre artistas para un proyecto común, pero el dueto creativo Jorge Dutor & Guillem de Mont de Palol y la performer y coreógrafa Cris Blanco, que se han admirado mutuamente a lo largo de estos años, se dedicaron a pensar en lo que les unía y el resultado les condujo a la conclusión de que era casi obligatorio que trabajaran juntos. Tener en común «el humor, construir ficciones obvias, lo absurdo, la extrañeza, el juego con la realidad y la ficción, sublimar lo cotidiano, lo anodino y lo doméstico, y cuestionar las convenciones teatrales y la idea de lo espectacular» parece una hemorragia de coincidencias muy extrañas. De forma que siguieron los designios y de allí salió Lo mínimo.
Bueno, en realidad, salió lo pequeño, una performance estrenada en La Pedrera de Barcelona en mayo de 2018, que ha sido el preámbulo a Lo mínimo, esta propuesta lúdica que se autodefine como un intento de aproximar sus lenguajes y modos escénicos a todos los públicos, que no es lo mismo que crear un espectáculo para público familiar.
Confiesa la madrileña Cris Blanco que le hubiese encantado ser «astronauta o rock star», pero ya que salió performer y coreógrafa se puede permitir ser todo eso y más. Los títulos de sus propuestas anteriores dan pistas sobre sus fijaciones, algunas siderales: cUADRADO_fLECHA_pERSONA qUE cORRE (2004), TELETRANsPORTATION (2010) o Pelucas en la niebla (2018). Por su parte, el tándem Mont de Dutor, que se mueve entre Barcelona y Ámsterdam, ha desarrollado una línea performativa personal, reflexiva, humorística e incluso política. En el marco de colaboración de los Teatros del Canal con el Museo Reina Sofía, el dueto presentará allí 25 de octubre, 19.30 h #LOSMICRÓFONOS y Las risas.
Fecha: 28 de mayo a las 19.00h. Duración: 1h 10min. Sala Negra
Para definir Mercedes máis eu es inevitable hablar de deseo. Ese deseo que encuentra razones para proyectarse más allá del primer encuentro, y devenir reencuentro, conversación, experiencia, afecto… Persistir en ese deseo, que se actualiza atravesando el proyecto, es incidir en aquello que nos acontece en cada encuentro. Pero también es indagar en lo que nos es propio y en lo que nos es común, que está más allá del sujeto y del territorio. O al menos de ese territorio escrito con capitales, hegemónico, que se impone y nos construye desde fuera, definiendo nuestros límites a partir de formas y patrones que nada tienen que ver con la herencia ni con la memoria. Esa memoria o archivo vivo que se actualiza con el deseo, sustrayéndonos de nuestra propia inmanencia.
Mercedes máis eu es un trabajo de colaboración de la artista Janet Novás y la compositora Mercedes Peón en el que ambas exploran las relaciones particulares que existen y se establecen entre “su danza y su música”. Entre instrumentos, recuerdos, canciones y bailes afloran conceptos en diferentes estados de latencia. Algunos de ellos, de gran contenido socio-político, están presentes en los materiales, desde los “objetos” musicales a los dancísticos o biográficos, otros, conceptos somáticos o experiencias cuánticas, aparecen en los pulsos, los ritmos y los tonos, en las voces y en las dinámicas, en los silencios, en las formas. Mercedes máis eu mira hacia lo colectivo y lo hace desde perspectivas y sensibilidades nada arquetípicas. El trabajo es además una propuesta sutil sobre lo común sensible, y una apuesta por el hacer/saber artístico.
La pieza, en femenino, es un híbrido dancístico musical plagado de imágenes evocadoras y seccionada por cuadros, lo que le permite habitar en diferentes arquitecturas o marcos, desde contextos más escénicos a otros más instalativos o museísticos.
COLECTIVO ARMADILLO. 66 ejercicios de estilo
Fecha: 28 y 29 de mayo, a las 18.30h. Duración: 1h 40min. CCC, Estudio 1
¿Es posible todavía reivindicar el estilo? ¿Es relevante en las artes vivas? Estas son las preguntas que están en la base de esta pieza, el cuarto trabajo del colectivo Armadillo, inspirado en el célebre libro de Raymond Queneau Ejercicios de estilo. En aquel texto, el escritor francés ensaya 99 variaciones sobre la anécdota narrada en la primera página, una idea que le sobrevino tras asistir a una interpretación en concierto de El arte de la fuga, de Bach.
Armadillo ha querido hacer lo mismo sobre una breve escena, un pequeño diálogo banal: practicar 66 variaciones entre lo estrictamente formal y los estilos teatrales que han transitado o interesado a los intérpretes en sus respectivas trayectorias, hasta conformar una suerte de historia viva de la dirección escénica.
A partir de ese diálogo trivial y sin aparente sustancia, los actores Jesús Barranco y Raúl Marcos se dejan invadir por voces y estilos de todas las épocas, encerrados en un loop que amenaza siempre con desbordarse, un esfuerzo de ingenio actoral y dramatúrgico en el que la dificultad parece un fin en sí mismo. Algunas de esas 66 variaciones tienen que ver con estilos chejovianos, brechtianos o lorquianos, con bufones y pantomimas, con un auto medieval o con el Romanticismo, con Hamlet, el cabaret, la stand up comedy y el teatro radiofónico. Se hace «sin a» o se hace en modo accionismo conceptual; se hace en clave de clown o de musical; se improvisa o se invoca a Meyerhold.
‘Mise en abisme’ o juego aparentemente intrascendente, estos 66 ejercicios de estilo no llega nunca a ser pieza escénica y su esencia está en que se queda en el borrador, en el esbozo, invitando al público a completar e imaginar el clímax que no existe. Y a que acompañe la reflexión que supone encontrar respuestas a las preguntas del principio.
ISRAEL GALVÁN. El amor brujo. Gitanería en un acto y dos cuadros
Fechas: 29, 30 y 31 de mayo a las 21.00h. Duración: 1h. Sala Roja
No hay fuegos fatuos. No hay espectros ni conjuros. Está él, exorcizando fantasmas interiores en escena. Parecía extraño que un artista [conceptual] como Israel Galván enfrentara un ballet [narrativo] como El amor brujo, de Manuel de Falla. Pero no hay que llamarse a engaños, el feroz bailaor y coreógrafo no se ha traicionado y en su cuerpo la obra de Falla es una música que sacude el alma, no una historia que redime conciencias.
«El amor brujo si es un perro, me muerde, lo tenía cerca y no me daba cuenta. Quizás porque no me siento identificado con sus versiones en clave de ballet flamenco o danza», ha declarado el creador, que relata que fue un crítico, en una entrevista, el que le preguntó que para cuándo un amor brujo. Le produjo extrañeza que le preguntaran por una obra narrativa ajena a su universo flamenco pero se le disparó la curiosidad por las posibilidades autónomas de una música fascinante que ha estado al servicio de un relato trágico, hoy más vigente que nunca, pues habla del acoso y control que, más allá de vida, mantiene desde la muerte el espectro de un maltratador sobre Candela, la que fue su novia sumisa.
Pero no hay amada, maltratador ni espectro en El amor brujo, de Galván, que lo baila desde la versión para piano de la obra, lejos de la monumentalidad orquestal. Evoca en su cuerpo los aires místicos y los rituales de brujería, pero como él mismo dice, queriendo volver a una idea del ensayo primario. «He intentado un Amor brujo más crudo, sin orquestación y sin cuerpo de baile, llamando a que esos espíritus entren en mí», asegura.
Expectación no ha faltado alrededor de esta sorprendente incursión de Galván estrenada en el Festival de Jerez 2019. No es una ruptura radical con su obra conocida sino una vuelta de tuerca a celebrados unipersonales como La edad de oro o El final de este estado de cosas, redux que, con sus oscuros aires de muerte, conecta con la emoción sobrenatural de este amor brujo.
Fecha: 29 de mayo, a las 19h. Duración: por determinar. Sala Verde
Queremos seguir comprendiendo nuestro presente. E incluso nuestro futuro. Para eso, muchas veces, necesitamos volver a contarnos nuestra historia. Como cuando a un nuevo amante, una noche con la luz apagada, le cuentas quién eres. Renacimiento será más o menos eso, una forma sencilla de contarnos nuestro pasado reciente. Y cuando decimos nuestro pasado, esta vez nos referimos a nuestro país. Y cuando decimos nuestro país, esta vez nos referimos a España.
«Yo apuesto por el arte que hacemos los unos para los otros, como amigos», Jonas Mekas. Es difícil imaginar un texto sobre una pieza que todavía no existe. Escribimos esto cuando queda más de un año para estrenar Renacimiento. A estas alturas no sabíamos casi nada de CINE o de Future Lovers, solo había un título, un faro, un deseo que materializar.
Siempre hemos visto los títulos como profecías, como proyecciones, quizás, de una fase, de una etapa que está por llegar. Ojalá este cumpla su función.
Fecha: 30 de mayo, a las 19.00h. Duración: 1h 30min. Sala Negra
En escena habrá nueve jóvenes de dieciséis años. La forma final de la pieza y los temas de los que hablará dependerán de ellos. Los adolescentes decidirán si quieren hablar de feminismo, sobre el cambio climático, la homofobia o los pajaritos y serán ellos los que decidan de qué forma quieren hacerlo. Puede que quieran hacer una obra de ciencia ficción o puede que quieran hacer otra cosa.
El nuevo proyecto de Los Bárbaros sigue el camino iniciado en algunos de sus trabajos anteriores, donde el protagonismo lo tienen los adolescentes. Futuro es un concepto que aparece cuando se piensa y se construye a partir de la voz de los adolescentes, olvidándonos muchas veces que ellos son –y muchas veces, sobre todo– presente.
En Mutantes los adolescentes lo van a decidir prácticamente todo. Javier Hernando y Miguel Rojo, componentes de Los Bárbaros, tienen claro que los adolescentes son una parte activa de la sociedad a la que rara vez prestamos atención. «Se les exige mucho, se les dice todo el rato lo que tienen que hacer, pero rara vez se les escucha», comenta Hernando, En Mutantes queremos que tengan el poder y trabajar a partir de lo que a ellos les interesa. Que se adueñen y conquisten el escenario. Nos damos el placer de aprender con ellos porque tienen muchas cosas que enseñarnos».
POLIANA LIMA. Las cosas se mueven pero no dicen nada
Fecha: 31 de mayo a las 17.30h. Duración: por determinar. Sala Negra
Cada nuevo trabajo de Poliana Lima (Brasil, 1983) pertenece al mismo grupo de preocupaciones que la han movido como creadora desde que llegó a Madrid procedente de su país, donde mantuvo una actividad frenética como bailarina para otros. En este sentido, su nueva creación aparece hermanada con el solo Hueco y la pieza Aquí siempre, con las que podría formar un tríptico que, a su vez, ha tenido su punto de partida en la oscura Atávico, la pieza revelación con la que ganó el
primer premio del Certamen Coreográfico de Madrid 2014.
Sobre el escenario, diez mujeres sin desplazarse se mueven incesantemente bajo el mandato de la música de Vidal, habitual colaborador de la coreógrafa, que ha creado una composición minimalista por acumulación. Para Lima se trataba de un reto importante muy vinculado a la forma, a la composición. Quería explorar el máximo de variaciones posibles a las que podía llegar con una limitación como la ausencia de desplazamientos así como explorar los límites de la resistencia física de sus intérpretes.
Pero Las cosas se mueven pero no dicen nada no es del todo abstracta. Por un lado (a la manera de Merce Cunningham, el gran innovador del siglo XX), reivindica la autonomía de la danza sin otro apoyo que la danza misma. Al mismo tiempo el gesto minimalista, agotador y repetitivo, puede generar cierta tensión y angustia que, sumado a la presencia femenina, podría conducir a lecturas políticas sobre el papel de la mujer en la sociedad que vivimos. No era la intención original como casual es también que el elenco sea del todo femenino, pero a Poliana Lima no le importa que surjan estas posturas frente a su trabajo. «La danza, después de todo», asegura, «es una expresión de la vida».
Con una trayectoria corta pero intensa, la coreógrafa brasileña ha construido un pequeño pero sólido catálogo de piezas salidas de motivaciones específicas que orbitan alrededor de sus preocupaciones artísticas y vitales.
LA RIBOT / TIAGO RODRIGUES / MATHILDE MONNIER. Please, Please, Please
Fecha: 31 de mayo, a las 19h. Duración: 1h. Sala Verde
La Ribot y Mathilde Monnier admitieron que el proceso de Gustavia fue difícil. Y quizá por ello se dijeron que no repetirían. Pasados los años y habiendo vivido cada una sus experiencias artísticas, durante una cena de risas surgió la pregunta seria: ¿Y si volvemos…? Y aquí está ya programada Please Please Please. Ellas dos, otra vez divirtiendo y divirtiéndose, pero con un nuevo vértice en el juego. Uno de lujo hay que decir. El reputado creador portugués Tiago Rodrigues, que en la temporada pasada trajo a esta casa su conmovedora propuesta Sopro, reaparece ahora en los terrenos de la danza y la performance acompañado por las dos creadoras, quienes le acorralaron para que se uniera a ellas en la aventura.
De hecho, firmaron un contrato, que es la savia dramatúrgica de la propuesta. «Las cláusulas de este contrato», declaran solemnes, «tienen como objetivo proteger la naturaleza salvaje del teatro compartiendo los hermosos frutos de la danza execrable. Los artistas firmantes, La Ribot, Mathilde Monnier y Tiago Rodrigues, se comprometen a amar el desorden del cuerpo y las ideas». En nombre de la ley, esperemos que cumplan.