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Eduardo Vallejo Pinto abre al público el proceso creativo de Indulgence. La pieza comienza con un personaje principal cubriéndose, convirtiendo el acto de vestirse en un ritual. Su apariencia, gestualidad y actitud son andróginas, guardando la distancia con cualquier distinción de género. Enfrentado a sí mismo empieza una intensa historia, en un momento más de los miles en los que trata de recomponerse del daño que le ocasiona la vida, la sociedad. El movimiento se convierte en el medio para mantenerse cuerdo, sin él se vería abocado a desvanecerse en la oscuridad. Un monólogo consigo mismo, en el que narra cómo imagina la reacción de la sociedad ante no solo su aspecto, sino su forma de pensar. Una obra compleja y profunda que muestra la soledad de aquellos capaces de ver la realidad con más dimensiones que el resto de las personas.
Su condición pretende llevar al espectador la idea de que la identidad debe de ser completamente liberada de juicios morales impulsados por la sociedad, sobre cualquier condición del individuo, retomando la idea filosófica del libre albedrío en contraposición a la convivencia a la que un ser social debe someterse.
Indulgencia forma parte de un proceso de investigación que continúa con el análisis de la parte cognitiva conceptual del ser humano. A partir de sus estudios, el creador se plantea las siguientes preguntas:
¿Cómo se ve afectado el movimiento de los individuos según su psique, relaciones personales, vivencias, etc.?
¿Define el género al movimiento?
¿Condiciona nuestro ámbito social cómo nos movemos?
¿Las fracturas y quiebres de la historia personal del individuo son visibles en su movimiento y lenguaje corporal?
Mediante Indulgencia el creador pretende contar una historia de espejos rotos, que muestren nuestra forma personal de movernos, con la capacidad de describir nuestro devenir a través de esta forma de expresión. Un lenguaje animal, visceral y primitivo originado en nuestra parte más latente e inconsciente. Todo ello valiéndose el creador de sus propias experiencias personales y transformando así la pieza en una autobiografía.
Sobre la compañía
Eduardo Vallejo Pinto, bailarín y coreógrafo con residencia actual en Madrid, ha desarrollado su formación artística en danza clásica y contemporánea en distintas instituciones europeas y de Oriente Medio. Su carrera profesional se ha desenvuelto en diversos ámbitos de la danza en países como España, Italia, Alemania, Suecia, Suiza, Rumanía e Israel.
Como intérprete ha participado en proyectos diversos a lo largo de estos años, tanto como freelance en proyectos puntuales, tanto como miembro fijo de compañía. A su vez, ha impartido clases en el Liverpool John Moores University / Institute of the Arts de Barcelona, entre otros.
En cuanto a su incursión como coreógrafo sus trabajos están basados en una metodología personal que investiga y codifica el movimiento a través de la búsqueda de una gestualidad creada a partir de personajes ficticios generados por el mismo. A su vez, sumado a un desarrollo de una metodología personal del movimiento, el cual está bastado en confecciones arquitectónicas del espacio escénico, genera un proceso de construcción de proyectos minucioso y coherente.
Por último, su participación en trabajos con Oysho Studio, CraneoMedia y Sony Music como coreógrafo para distintos proyectos audiovisuales, junto a la experiencia en producción durante varios años trabajando con Tezoro Productions y Wolrd Dance Movement alrededor de Europa, sumado a proyectos como asistente de dirección y producción han llevado a fundar su propia productora.
Batbox Productions ha servido como plataforma para la creación de piezas propias y contar así con un equipo de trabajo y colaboradores, tanto técnico como artístico, para el desarrollo de proyectos propios. Así surgió “Tell the Dust”, su ópera prima que contó con residencia de Coreógrafos en Comunidad 2017 (Madrid) y se estrenó con gran acogida del público en Noviembre del mismo año.
Desde entonces se ha concentrado en la creación de forma casi ininterrumpida. Entre las piezas de su propia creación podemos contar con: “Refraction”, “Theory of Doubt”, “Indulgence” seleccionado para el 11º Programa de Residencias Artísticas del Centro Danza Canal (Madrid) y, por último, la pieza “No Time to Rage”, que le ha valido una subvención como creador novel por la Comunidad de Madrid y ser seleccionado para el Programa de Residencias de la Compañía Nacional de Danza 2019 (CND).
Por último, para describir su obra a partir de estas piezas, se podría decir que todas se desarrollan en contextos distópicos con una gran carga dramática, donde priman la exploración interna de los personajes, las cuestiones de construcción de género y las situaciones tóxicas de la psique humana.
Fecha: 4 de octubre de 2019
Hora: 18:00
Duración: 1 hora
Dirigido a: mayores de 13 años.
Lugar: Centro Danza Canal
Inscripciones: inscripcionesdanzacanal@teatroscanal.com