Zona Wagner Operadhoy

Georg Nussbaumer y el Ensemble Kaleidoskop recrean una nueva versión de El anillo del Nibelungo a partir de la propia partitura de Wagner. El sábado 21 de junio se celebra el día Internacional de la Música en todo el mundo. Zona Wagner será representada todo el fin de semana como una maratón-instalación sonora que abre el Teatro del Canal durante prácticamente toda la jornada.

Sala Verde. Entrada libre hasta completar aforo.

“Ringlandschaft mit Bierstrom” de Georg Nussbaumer & Solistenensemble Kaleidoskop 

Para 10 cuerdas, electrónica, público, cerveza y niebla (2013)

El compositor y artista Georg Nussbaumer recrea una nueva versión de  El anillo del Nibelungo a partir de la propia partitura de Wagner. Despojada de la voz y el texto, se convierte en una versión teatralizada por los Solistensemble Kaleidoskop rediseñada para cuerdas y electrónica y transformada en una maratón musical de 16 horas (como la partitura original) donde la música de Wagner brilla a través de una enorme tela de sonido que serpentea a lo  largo de la instalación, de la que el público forma parte.

El público (circulante) podrá entrar o salir cuando lo desee pero la ópera se realiza de forma continua y  sin ningún tipo de descanso o interrupción.

A la entrada, el público podrá adquirir cerveza y acceder a la instalación con ella; el trago del olvido que induce al público a moverse como un coro silencioso a través de la niebla y las plataformas donde se sitúan los músicos. La atmósfera se recrea en el silencio, oscuro y tenue. Los músicos y el público comienzan a luchar en contra de su agotamiento.

El sábado 21 de junio se celebra el Día de la Música en todo el mundo. Zona Wagner será representada todo el fin de semana como una maratón-instalación sonora que abre el Teatro del Canal durante prácticamente toda la jornada.

Sábado 21 de Junio de 13:00 h a 24.00 h. Viaje a través de: El oro del Rin, La Valkiria, Sigfrido

Domingo 22 de junio de 17.00h a 21.30h. Viaje a través de: El ocaso de los dioses

Entrada Libre hasta completar el aforo máximo de la sala (250 personas). Barra de cerveza disponible durante la instalación bajo pago de consumición. Estreno en España.

ZONA WAGNER

Un viaje a través de El anillo del Nibelungo de Richard Wagner.

Esta versión despoja la obra de los cantantes, del texto y de la teatralidad y la viste con los miembros del Solistensemble Kaleidoskop, una partitura rediseñada para cuerdas y electrónica convertida en una maratón musical de 16 horas (como la tetralogía original) creando una delicada tela sonora así como pequeños matorrales de sonido.

La ópera de El anillo del Nibelungo es conocida como una inspiradora, visionaria y descomunal obra del repertorio operístico. Todo el mundo conoce algo de este bien cultural común y tiene imágenes  internas y sonidos que se conectan con ella.

«Ringlandschaft mit Bierstrom”, que se podría traducir como “Paisajes del anillo con corriente de cerveza”  evoca estas ideas y clichés y los desarrolla. Plantea una primera pregunta: ¿cómo se puede presentar Wagner disolviendo precisamente la propia obra maestra? La partitura original –mundo pararelo de Wagner que lo explica todo- es el material de base sobre el que se reconstruye desde el final al principio. La tetralogía se convierte en una nueva escultura sonora colosal, vagando a través de todos los símbolos que hay en la instalación.

La música de Wagner se manifiesta y se reconoce en ciertos momentos a través de una cortina de sonidos electrónicos. Afloran motivos musicales, citas, se hunden y desaparecen  de nuevo entre oleadas de sonidos  o entre el silencio que lo rodea.

Los diez músicos escuchan una grabación del anillo a través  de  auriculares y tocan sobre ella leyendo directamente de la reducción para piano.  La partitura  está marcada con miles de anotaciones adicionales  que muestran qué texturas, notas o secciones pueden ser elegidas y como se conectan unas con otras y como deben ser transformadas por el intérprete. Estas técnicas  conducen a los músicos a través de un bosque de notas hasta que la música que se escucha a través de auriculares y la música que se toca van totalmente aparte.

Los músicos no solo tocan sus instrumentos; ellos son en sí mismos una parte central de la instalación. Tocan desde la altura, subidos en andamios que están llenos de ropa colgada. Los músicos se cambian  su ropa durante el transcurso de la actuación dando vida a los diferentes personajes de la historia y transcendiendo más allá del papel de orquesta  para convertirse en artistas mismos, retratando  los arquetipos de Wagner. Ellos cantan, hablan a través de los cascos que llevan puestos, proyectan diapositivas sobre la pared, reproducen sonidos arcaicos con instrumentos primitivos  y evocan escenas de Wagner sobre la naturaleza con el susurro de las hojas y el silbido de las piedras dentro de un colador.

Todos los sonidos son capturados por  micrófonos  –dirigidos por una versión midi del anillo– y enviados  a través de una serie de filtros electrónicos antes de ser mezclados con las grabaciones de campo y el sonido acústico del espacio, para ser después  retransmitido  dentro de la instalación  a través de los altavoces. Wagner desaparece bajo un montículo de material representado, copiado, transformado y filtrado  pero que todavía  mantiene la  fuerza impulsora detrás, el control sobre el resultado final es todo lo que se ha perdido. La reducción para piano se ha convertido en un amorfo montón de material compuesto; un mutante que nace de sus profundidades.

Secuencias visuales breves,  citas a paisajes wagnerianos,  formas arquitectónicas: cascadas, bosques, acantilados, castillos, chozas. La gente, el público, familias, dispersas entre medias.

Nos encontramos entre el eco de un paisaje del anillo,  mucho más lejos de Wagner. Las huellas, los sedimentos, las implicaciones y las ilusiones. Se extiende una niebla por todo.

La entrada es libre, solo incluye el pago de una botella de cerveza: el trago de olvido que induce al público a moverse como un coro silencioso a través de la niebla, entre las plataformas  de los músicos. La atmósfera se enmudece, oscuro y tenue. Los  músicos y el público comienzan a luchar en contra de su agotamiento.
El paisaje anillo es un lugar de transformación y de fermentación. La cerveza es un símbolo alemán,  como Wagner, sus bosques y sus ríos.

El público  puede escuchar la grabación original de El anillo del Nibelungo “subacuática” metiendo la cabeza  en cualquiera de los “Barriles de Wagner”, bidones llenos de agua que habrá en la sala.

Georg Nussbaumer, música, instalación y dirección artística.

Solistenensemble Kaleidoskop (fundado en 2006). Originalmente concebido como una orquesta de cámara, el conjunto se  ha transformado constantemente  en busca de nuevas formas de programar música convirtiéndose en uno de los grupos más de moda y con los espectáculos más originales a nivel interdisciplinar.

Bajo la dirección de Michael Rauter y Daniella Strasfogel , Kaleidoskop  une fuerzas con otros artistas para crear proyectos de teatro musical innovadoras en las que los músicos se convierten en protagonistas. El repertorio musical del grupo se extiende desde el barroco a la música contemporánea e incluye encargo de multitud de obras y programación de piezas de sus propios miembros.

Kaleidoskop trabaja en estrecha colaboración con el espacio RadialsystemV en Berlin uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad  y es un invitado asiduamente a Kunstfest Weimar y  Kunstfestspiele Herrenhausen, Sydney Festival , Festival de Holanda, Operadagen Rotterdam, Operadhoy Madrid y Donaueschinger
Musiktagen.