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Noche en la Verbena de La Paloma

Revisión de la zarzuela de Tomás Bretón

Del 23 de febrero al 3 de marzo de 2013

★★★★

Música en directo por la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid


En esta Noche de verano en la verbena de La Paloma no hacen falta teléfonos móviles ni ordenadores portátiles para actualizar una obra que no pasa de moda; el amor, los celos y la fiesta son tan actuales hoy como hace cien años. Producción de los Teatros del Canal y la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid.

Duración: 1h 15min. Sala Roja

La Verbena de la Paloma es una obra coral, cuya acción transcurre en las calles y los bares: salón y cocina de todos los españoles. En esta particular puesta en escena del clásico de la zarzuela, los personajes conviven sobre un andamio como en la 13 Rue del Percebe. Si en verano la gente vive en la calle como si fuera su casa, la directora Marina Bollaín convierte la calle en casa, de ahí la idea de un andamio donde la farmacia está arriba a la izquierda o el bar ocupa todo el segundo piso. En esta calle-casa los sentimientos son secretos a voces y todos opinan de todo. Lo que no se cuenta no se siente, no se ve y se olvida pronto. La intimidad no existe.

Y la fiesta como punto álgido, donde se baila sin complejos, sin conocer los pasos. Los bares colocan barras en la calles adornadas y sus altavoces crean un lío acústico de temas folckóricos, canciones de toda la vida y el último hit del verano.

Los sentimientos se calientan hasta que estalla el drama, que tendrá la duración e intensidad de los fuegos artificiales.

Autor: Tomás Bretón / Dirección musical: Miguel Roa, Manuel Coves / Adaptación y dirección de escena: Marina Bollaín Escenografía: Josune Lasa, Marie Greffrath, Natascha Von Steiger, Josune Cañas / Vestuario: Josune Lasa, Teresa Mora / Iluminación: Olga García, Rafael Mojas / Reparto: Amparo Navarro, César San Martín, María José Suárez, David Rubiera, Emilio Sánchez, Itxaro Mentxaka, Juanma Cifuentes, Cristina Luar, Olga Castro / Producción: Teatros del Canal

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  • 25% de descuento en carné joven, mayores de 65 y desempleados. Excepto martes y miércoles. Sólo en taquilla, presentando el carné al adquirir las localidades.
  • 30% grupos a partir de 20 personas.
  • Martes y miércoles día del espectador.

Descuentos no acumulables

«Para la puesta en escena de La Verbena de la Paloma me  he basado en el hecho de que en su estreno en 1894, esta zarzuela retrataba la realidad de entonces y situaba a sus personajes en la época de los espectadores. Además, estaba ambientada en una fiesta popular que se sigue celebrando hoy día.

Mucho más que recrear una pieza de museo del Madrid de entonces, lo interesante para mí ha sido tratar de recuperar su carácter actual, buscar qué queda de entonces, qué se ha mantenido y cómo ha evolucionado. Es sorprendente llegar a la conclusión de que la esencia de La Verbena de la Paloma no ha perdido su vigencia y que no hace falta mucho para actualizar una obra que no pasa de moda: el amor, los celos y la fiesta son tan actuales hoy como hace cien años.

Así, esta puesta en escena nos traslada a Madrid hoy, por la tarde y noche del 15 de agosto, una ciudad cosmopolita que a la vez conserva sus tradiciones, sus costumbres y su música.

Como es común en el género chico, el tercer cuadro de La Verbena de la Paloma no tiene música compuesta. Habitualmente esto se resuelve utilizando  temas de organillo y se termina la obra repitiendo las seguidillas Por ser la Virgen de la Paloma. Después de una partitura magistral, esta resolución resulta muy pobre escénicamente. El género chico se nutría entonces de la música de moda: habaneras, polkas, mazurkas, seguidillas, todo lo que gustaba al público. Para esta nueva puesta en escena me ha parecido inevitable introducir la música que se escucha en las noches de verbena madrileña. Así, en el tercer cuadro de este montaje, una pequeña orquesta toca en el escenario el repertorio actual de las verbenas: Dos gardenias, Waka waka, salsa…

Además de cambios estéticos o introduccion de nuevas músicas, me he permitido cambiar algunos personajes: Hilarión es un farmacéutico joven, nuevo rico y hortera aficionado al golf.  Casta, apenas un esbozo en el original, canta una soleá mientras la peinan en la peluquería del Tío Antonio, metomentodo cuyo objeto de críticas es Julián, un repartidor de butano con poco futuro. Sebastián, el amigo de Hilarión, asume el número musical del sereno, y su mujer, Severiana, es la cantante de la banda que anima la verbena final. Son algunos de los cambios efectuados que, a mi parecer, redondean el elenco y hacen más teatral algunos elementos y situaciones. En cualquier caso, he tratado de que ningún cambio afecte a la esencia de la obra.

El montaje, mejor o peor según gustos, no es agresivo ni ridiculiza la zarzuela. Todo lo contrario. Respeta hasta la última nota de la partitura e introduce elementos nuevos siempre tratando de mantener el espíritu original. En cualquier caso, creo que es interesante reinterpretar «clásicos» tan conocidos como La Verbena de la Paloma y aportar otros punto de vista.

Marina Bollaín

 

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